sábado, 31 de diciembre de 2011

Ríos de basura

La opinión de Antonio Muñoz Molina en su blog.


Es alucinante la información sobre la nueva corruptela administrativa descubierta en Valencia, en esa empresa municipal que tenía encomendada, irónicamente, la tarea de depurar residuos. Asombra el grado de sinvergonzonería de que son capaces las personas, pero asombra más hasta qué punto la administración pública española ha sido despojada de los mecanismos de legalidad y control. Creer que el remedio para la corrupción son los jueces es como confiar en los servicios de urgencias de los hospitales para arreglar los accidentes de tráfico. La prevención es la justicia más eficaz y más barata. Igual que los accidentes se previenen aplicando a rajatabla un códico de circulación efectivo y racional, la corrupción no dejará de ensuciarlo todo si de una vez por todas no se acaba con el clientelismo, el enchufe, la injerencia política, el arbitrio impune. En los años ochenta, cuando yo era funcionario público, los partidos prometían en sus programas la creación de la carrera administrativa: primero, un acceso riguroso y justo a los puestos; segundo, la independencia profesional; tercero, la posibilidad de ir ascendiendo en la administración de acuerdo a criterios objetivos de mérito y experiencia.

Todo quedó en el tintero. Les pareció preferible, a todos los partidos, eliminar controles legales, ampliar el ámbito de las decisiones y de los gastos que solo dependían de ellos, premiar la obediencia política por encima del mérito, siempre sospechoso, crear organismos más o menos fantasmas para colocar a sus parásitos. Así nos ha ido. Muchas personas capaces se han desanimado y se han marchado. Otras sobreviven haciendo lo que pueden con un sentimiento de frustración íntima. Que tantos funcionarios hayan mantenido contra viento y marea su integridad y hayan seguido haciendo su trabajo es admirable. Ahora estalla todo de golpe y parece mentira que durante tantos años no hubiera límite para tanta inmundicia. Una parte del dinero que debemos y no podemos pagar y que hubiera debido emplearse en hacer un país algo más sólido se lo ha gastado esa plaga de sinvergüenzas.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Estamos de acuerdo con la situación del sistema de justicia en España?


Otro gran apartado la justicia. ¿Estamos de acuerdo con la situación del sistema de justicia en España? ¿Estamos satisfechos? ¿Nos parece que no es mejorable? ¿No hay una reclamación ciudadana creciente (aunque no esté articulada) de que la justicia tenga más autonomía respecto del poder político? ¿No tendríamos que revisar cómo se puede dotar a la justicia de más autonomía respecto del poder político? ¿A ustedes les parece normal que el Consejo General del Poder Judicial termine estando constituido por delegados de los partidos polítcos? ¿A ustedes les parece normal que el Fiscal General del Estado tenga tan poca autonomía del poder político que lo nombra que ese poder tenga capacidad de facto para paralizar una ley, como la Ley de Partidos, o de paralizar a los fiscales? es que no es normal, es que eso hay que revisarlo. No es bueno, ni para quienes quieren administrar justicia con criterios de independencia ni, desde luego, para el país.


Rosa Díez en el discurso de presentación oficial de UPyD.

viernes, 23 de diciembre de 2011

La democracia ganó por goleada


Finalmente la transición resultó ser un éxito. Lo creí entonces y lo sigo pensando ahora que vivimos un momento de revisionismo destructivo. El pacto entre españoles de distinto signo político nos permitió transitar de la dictadura a la democracia a una velocidad mayor de la que el analista más optimista hubiera podido suponer. El éxito del pacto constitucional cabe explicarlo, en parte, por lo reciente que estaba en la memoria el recuerdo de tantos años sin liberrtad. Quienes conocieron los horrores de la guerra y las penalidades de la posguerra sabían lo que había que hacer para que la historia no se volviera a repetir en sus hijos y en sus nietos. Precisamente porque recordaban el pasado tuvieron el valor y la sabiduría de mirar hacia el futuro. No quisieron volver a empezar. Todos cedieron para ganar, para que ganaran sus hijos. Y, aunque parezca una obviedad quizá convenga repetirlo (más que nada para contrarrestar los riesgos de la desmemoria histórica): la Transición no fue un empate entre franquistas y demócratas; la democracia ganó por goleada.


ROSA DÍEZ

martes, 20 de diciembre de 2011

¿y el hombre dónde estaba?


"Yo soy un buen ejemplo de ese crucigrama de pertenecias y rechazos que, como dice Amatya Sen, constituyen la identidad de un individuo, para mí la única aceptable. Peruano, latinoamericano, español, europeo, escritor, periodista, agnóstico en materia religiosa y liberal y demócrata en política, individualista, heterosexual, adversario de dictadores y constructivistas sociales -nacionalistas, fascistas, comunistas, islamistas, indigenistas, etcétera-, defensor del aborto,del matrimonio gay, del Estado laico, de la legalización de las drogas, de la enseñanza de la religión en las escuelas, del mercado y la empresa privada, con debilidades por el anarquismo, el erotismo, el fetichismo, la buena literatura y el mal cine, de mucho sexo y tiroteo. ¿Se agota lo que soy en esa pequeña enumeración en la que, a simple vista, abundan las incoherencias y contradicciones? No. Podría llenar todavía varias páginas más mencionando todo lo que creo ser y no ser y estoy seguro de que siempre se me quedarían muchas cosas en el tintero. Cada una de ellas me solidariza con buen número de personas y me enemista con otras tantas y de toda esa amalgama de tensiones y fraternidades, que nunca se aquieta, que está siempre rehaciéndose resulta mi identidad, la única en que me reconozco. Todo el mundo podría decir otro tanto de sí mismo, si se examina con imparcialidad."


Mario Vargas Llosa, "¿Y el hombre dónde estaba?"

jueves, 15 de diciembre de 2011

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El catalanismo es un tigre de papel

La opinión de Jesús Royo en La Voz LIbre.
En el País Vasco, el miedo es palpable, es un pringue que todo lo ensucia y hace el aire irrespirable. Durante muchos, demasiados años, había que cerrar las ventanas para hablar de política, o uno se mordía la lengua en los lugares públicos, o se aceptaban con los ojos bajos las bravuconadas del batasuno de turno: “mucho ojito con lo que dices”, o “me he quedado con tu cara”. Tantos tiros en la nuca han servido para apelmazar el cuerpo social en torno al miedo, que hasta en los escaparates se evitan los colores rojo y amarillo: debe dominar el verde, el color de los robles de los bosques de la patria. Y el miedo es el que hace que la gente se aparte prudentemente de aquél que ETA -o su portavoz autorizado- ha marcado como objetivo a batir. Es el fenómeno obsceno de “la diana viviente” en torno a quien huele a muerto: los vecinos protestan porque un policía vive en la escalera, lo cual supone un peligro, sobre todo para las criaturas. En el País Vasco el miedo es espeso y lacerante, y ya veremos cómo se lo van a quitar de encima cuando todo esto acabe. Mi felicitación a los cómicos -luego blasfemos- de 'Vaya semanita': con la risa contribuyen a desprestigiar todo ese mundo mental batasuno autorreferente, cansino y ridículo.

Allá el miedo es espeso y huele a gomadós. En cambio en Cataluña el miedo se distribuye más discretamente, pero con eficacia semejante. Aquí no se mueve nadie, porque al que se mueva le cae encima el oprobio, la bronca y la condena de la Patria. Las consignas circulan a velocidad pasmosa: hay mucha gente dispuesta a hacerlas correr y muchos más dispuestos a dejarse convencer. Las comidas, los comentarios informales en el trabajo, los chascarrillos a la hora de la birra, los correos electrónicos, todo son puntos nodulares de una tupida red de valoraciones “desde el punto de vista nacional”. Una pequeña mafia que señala a quién hay que encumbrar y a quién hundir en el descrédito. Un día, por ejemplo, cité a Francesc de Carreras como ejemplo de pensamiento libre y ética impecable, y alguien que no lo conocía de nada me respondió que “claro, el caso de Francesc hay que comprenderlo, porque su ambiente familiar no es muy favorable a Cataluña”. Está casado felizmente con una riojana. ¡Y eso era motivo suficiente para desactivar toda su difícil integridad, la coherencia de sus opiniones, todo! A mí, profesor de secundaria, que en sesión de claustro me opuse a la prohibición de dar clase de castellano, con una argumentación muy parecida a la del TC, me cayó encima un chaparrón de descalificaciones, a grito pelao, relacionándome con los legionarios que entraron a degüello Diagonal abajo el año 39. La bronca quizá hizo mella en mí, quizá no, pero la misión del sacramental era claro: declarar que mis opiniones no eran tolerables, o sea que no se le ocurriera a nadie compartirlas ni confraternizar con ellas. Así es como ha ido construyéndose esa telaraña de opiniones obligatorias, de opiniones sospechosas y de opiniones directamente prohibidas. Y las personas avisadas, las que saben navegar -¡y flotar!- en las procelosas aguas catalanas, saben perfectamente a qué atenerse. La inmersión no es, como avisaba Maria Pla, profesora universitaria, cuando se implantó, “usar a los niños como soldados de la patria”, algo tremendamente peligroso. No, según las consigna mil veces repetida, la inmersión es lo más justo y saludable, en especial para los castellanohablantes, que así pueden escalar puestos en la sociedad, “como los catalanes de verdad”.

Mucha gente no comulga, pero calla. Callan los periodistas, porque si no, ¿dónde publicarían? Callan los profesores, porque no vas a jugarte las virollas por una tontería así. Callan todos los que tienen un puesto de trabajo relacionado aunque sea tangencialmente con la causa nacional: funcionarios, policías, médicos. Es así como se ha ido construyendo este monstruo, inflado con sus propias amenazas y sobre todo con nuestros silencios. Pero es un monstruo de papel, un globito inofensivo al que solo hace temible nuestro miedo. Hay que pincharlo, ya. Verán qué risa.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Elogio al bloque


Vivo en L´Hospitalet de Llobregat, ciudad de bloques. El bloque es una construcción injustamente tratada, es cierto que es una vivienda fea y que no es la ideal, ni es la morada con la que sueña nadie. Todo eso es cierto. Pero también es cierto que el bloque supuso un paso adelante en multitud de inmigrantes que vinieron en busca de una mejor vida y la lograron gracias a los bloques. Muchas personas que dejaron chabolas y otras construcciones infrahumanas para intalarse en unas viviendas que suponían una gran mejora en su calidad de vida. La vida no es perfecta pero para muchos es mejor gracias a los bloques. El mundo no se acaba en el Eixample.

Diógenes digitales


La cultura no se comecializa en pastillas que, colocadas bajo la lengua, transmitan de inmediato sus beneficiosos efectos y conviertan, como sucedía con el dinero del Arcipreste de Hita, "al necio y rudo labardor... en hidalgo doctor". La cultura, también la digital, exige unos tiempos, un esfuerzo, una dedicación: de nada sirve bajarse toda la discografía de los Beatles, todos los libros de Miguel Delibes o todas las películas de John Ford si no escuchamos los discos, leemos los libros o vemos las palículas. Internet nos ha convertido en obscenos nuevos ricos, acumuladores de cultura. Millones de Diógenes digitales rellenan cada día cientos de discos duros con toneladas de conocimiento. Jamás abrirán esos archivos: necesitarían diez vidas para hacerlo. Además prefieren ver la televisión.

Javier Pérez de Albéniz

Dar las gracias por trabajar


"¿Quién se hubiera atrevido a venir aquí de saber lo que le esperaba? Por muy desesperado que uno esté por sobrevivir, hay otros sitios donde poder trabajar sin que le discriminen a uno por su origen, ¿o no? ¿O es que los desplazamientos de población por razón de trabajo, de pura supervivencia, son tan ciegos que no ven que donde van a por trabajo les van a rechazar? Pero no nos equivoquemos, queridos amigos: todo inmigrante que llega y se queda es porque alguien del lugar le da trabajo, ni más ni menos. Y después es cuando surge y actúa el nacionalismo, para decirle que está trabajando de milagro, que tiene que dar las gracias por trabajar no sólo a quien le da esa posibilidad sino también al que no hubiera querido ni que viniera por aquí".


La identidad mestiza, PEDRO JOSÉ CHACÓN

domingo, 11 de diciembre de 2011

Vascos de verdad


"Y sobre mi pertenencia al País Vasco yo me considero maketo, repito. Porque qué ocurre con quienes se consideran sólo españoles y viven en el País Vasco. ¿Es igual para ellos vivir en el País Vasco que vivir, pongamos por caso, en Soria? Yo considero que es necesario tener en cuenta que vivimos en el País Vasco. Lo que ocurre es que el concepto de vasco lo han monopolizado los nacionalistas vascos y no hay forma de quitárselo. Además hay un factor añadido y es que desde fuera, desde el resto de España, también se considera vascos de verdad sólo a los que tienen apellidos vascos".


La identidad mestiza, PEDRO JOSÉ CHACÓN DELGADO

sábado, 10 de diciembre de 2011

Chesterton #15 M


La opinión de Antón Losada en El Periódico de Catalunya.


"Para no acabar siendo juguetes rotos de cuatro oprtunistas, los indignados deberían tener muy presente la realista sabiduría de Chesterton cuando dijo que no se puede hacer una revolución para tener la democracia, hay que tener la democracia para hacer una revolución".

¿Qué es ser "tolerante" o "racista" en la actualidad?


¿Qué es ser "tolerante" o "racista" en la actualidad? En su notable "Los otros y nosotros", una obra de investigación cuyo tema son las relaciones de vecindad en Ciutat Vella de Barcelona, Mikel Aramburu nos describe cómo, al observar sus conductas reales en la vida cotidiana, casi todos los informantes que habían explicitado opiniones descalificadoras sobre el aumento de la población de extranjeros en el barrio las desmentían en sus interrelaciones efectivas con sus vecinos africanos, asiáticos o latinoamericanos, lo que le permitía al autor considerar "un fenómeno muy generalizado: la relativa independencia que guardan las representaciones sobe los inmigrantes como categoría social respecto a las relaciones como inmigrantes de carne y hueso". Algo parecido sucedía, aunque fuera en un sentido inverso, con los nuevos vecinos de clase media que habían venido a asentarse en el barrio como consecuencia del proceso de gentrificación que había experimentado en los últimos años. Así, mientras los vecinos más pobres del Raval, los mismos que solían reponder de manera políticamente incorrecta a las encuestas y cuyo número provocaba la alarma mediática, llevaban a sus hijos a los mismos colegios públicos del barrio a los que acudían los hijos de los inmigrantes, con los que acababan mezclándose, los pulcros profesionales que habían adquirido pisos nuevos o lofts en la zona, que jamás contestarían de forma inadecuada a una entrevista sobre actitudes hacia los extranjeros, matriculaban a sus hijos en colegios privados o concertados o en escuelas públicas alejadas del barrio, donde podían quedar a salvo de los aspectos menos amables de la diversidad. Ellos son los "tolerantes" de nuestros días.



Sociedades movedizas, MANUEL DELGADO

viernes, 9 de diciembre de 2011

Calles...


"¿Qué es la calle sino un espacio peculiar, con sus velocidades e intensidades, dibujadas en una ley secreta que dormita entre los objetos y en el mutismo plástico-motriz de los viandantes? Todas esas significaciones ambulantes que decoran el paisaje artficial se convierten en objetos sentidos unos para otros, interpretados unos por otros en una sinfonía de lugares laberínticos y efemérides estéticas, textura fútil que es la materia misma de la que están hechos, en su irrompible fragilidad, los espacios en que vivimos."

Las formas de la exterioridad, JOSÉ LUIS PARDO.

jueves, 8 de diciembre de 2011

No perdono a los verdugos


"... Hemos aprendido a no ser neutrales en tiempos de crisis, porque la neutralidad siempre ayuda al agresor no a la víctima.
Hemos aprendido que el silencio no es nunca la respuesta. Hemos aprendido que lo opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia".

ELIE WIESEL, premio Nobel de la Paz y superviviente de Auschwitz.