domingo, 30 de septiembre de 2012

El optimismo de la voluntad

"Debemos reconciliar el optimismo de la voluntad con el pesimismo de la inteligencia"

ANTONIO GRAMSCI

viernes, 28 de septiembre de 2012

El gegant


El gegant, quan parla, rugeix. Quan dóna la mà, estreny. Quan trepitja, esclafa. No és de mala fe, només de potència i envergadura. De tota manera, és cert que la inèrcia al voltant convida que el gegant acabi actuant de forma monstruosa. Normalment la seva raresa el margina i és fàcil que la ràbia o la tristesa l´indueixin a l´aïllament. Retirat, contempla un món que discorre alegrement sense ell i incuba el dolor que li causen els menyspreus.
Al cau es cou la fúria, els desitjos de revenja, la incomprensió. El gest es torna sever, la veu cavernosa, les maneres es perden -al cap i a la fi, no hi ha ningú a qui poder molestar-, i el gegant es va transformant en un ogre, un ésser desagradable i esquerp que té tot el que per a molts ha de tenir un monstre.


Només per a gegants, GABI MARTÍNEZ

jueves, 27 de septiembre de 2012

La libertad


"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."


MIGUEL DE CERVANTES (Don Quijote, II, LVIII)

martes, 25 de septiembre de 2012

Y tú, ¿de quién eres?


La opinión de Santiago González en su blog.


No es que uno quiera hoy también hablar de género, pero aquellos polvos trajeron estos lodos. Recordarán ustedes el ruido organizado en la segunda legislatura Zapatero por la exigencia nacionalista de que se hicieran públicas las balanzas fiscales, esto es, las relaciones de Cataluña con el Estado. Zapatero accedió a las pretensiones, con Solbes, que sí sabía, en el papel de suegra complaciente y alcahueta. Se preguntarán para qué y aquí tienen hoy la respuesta: para alimentar el victimismo histórico de los nacionalismos con mando, con un argumento inane. Vean más abajo las noticias de portada de El Periódico y La Vanguardia.

El asunto me trae viejos recuerdos, una polémica en la que un economista vasco, creo que era Juan Cruz Unzurrunzaga sostuvo con Juan Roldán y Julio Segura en la revista Sistemas: por cada peseta que Euskadi paga de impuestos sólo retorna un gasto de, pongamos 70 céntimos (no recuerdo la cifra y no quiero ponerme a buscarla).

La falacia es extraordinaria desde varios puntos de vista. Desprecia el hecho de que la obligación de pagar impuestos es personal, de los ciudadanos, no de los territorios donde habitan esos ciudadanos que pagan los impuestos -¿por qué no se les llamará impostores?-. Un nacionalista nunca tendrá en cuenta que ese territorio cuya contribución exhibe con tanta impudicia, se ha beneficiado durante décadas y décadas de protección arancelaria que obligaba a todos los habitantes de la madrastra a consumir los productos manufacturados en esos territorios, frente a otros productos análogos fabricados más allá de los Pirineos. Jamás se contabilizará que su desarrollo fue posible gracias a unos movimientos migratorios que desertizaron la España interior y dotaron a Cataluña y el País Vasco de una pirámide de población con la base muy ancha, trabajadores jóvenes y baratos que contribuyeron con su trabajo al desarrollo de los territorios discriminados.



Finalmente, ¿qué tendrá que ver dónde se recogen los impuestos con quién los soporta realmente? Piensen en Mercadona, ahora que se ha hecho célebre su presidente. Los impuestos que paga por varios conceptos se contabilizan en su sede social, pero realmente los soportan los ciudadanos que pagan el IVA en los centros que tiene repartidos por España y los trabajadores de Mercadona de toda España. Por hacer un apunte.

Estas contabilidades perversas llevan a la consideración de los buenos nacionalistas que ellos pagan impuestos para sostener a los vagos andaluces. En realidad, los ricos catalanes, como los extremeños, pagan para los subsidios a los parados catalanes y a los extremeños. Excesos de la metáfora. Cuando se reivindican las raíces, se está reivindicando la pertenencia como una cárcel del alma. La gente no tiene raíces, sino pies, y estos permiten moverse y salir del territorio. Del puto territorio.

Paño de lágrimas


La opinión de Alfonso de la Vega en Periodista Digital.



La diputada de UPyD Rosa Díez ha manifestado en el Congreso que es preciso refundar el Estado autonómico que despilfarra 24.000 millones de euros al año. Rajoy ha contestado que se van a intentar evitar algunas duplicidades y solapamientos.

Es decir, calafatear las diecisiete pateras ruinosas para tratar de llevar a los españoles sin empleo, sin esperanza, sin casa, sin libertades públicas reales y algunos ya sin decoro ni vergüenza hasta la otra orilla de la crisis en medio del oleaje.

El drama para los del PP y los oficialistas bien pensantes en general que disfrutan del actual estado de cosas, es que la gravedad de la crisis ya es tal y el futuro aún más negro que no podemos permitirnos un Estado que no sólo amenaza la continuidad histórica de la nación española.

Que es ineficiente, caro, injusto, ruinoso, generador de corrupción porque significa la corrupción misma, lujosa peana de una casta parásita, egoísta e insoportable que cada vez es más incapaz de disimular sus actividades estrafalarias, onerosas cuando no delictivas en medio de la creciente miseria generalizada que contribuye de modo decisivo a generar en la sociedad.

Aquí está el dilema: Hay que elegir entre conservar el Estado autonómico o los derechos civiles y económicos de la gente común, lo que se pueda salvar del incipiente Estado de Bienestar.

Algún lector pensará, "hoy éste se está pasando varias autonomías. No hay para tanto". Yo creo que sí, leamos el DOGA del viernes 2 de marzo pasado. La Ley 1/ 2012 de 29 de febrero de medidas temporales en determinadas materias de empleo público de la Comunidad Autónoma de Galicia supone la confesión de lo que, florituras aparte, en verdad se está dilucidando: la conservación de los derechos laborales de los trabajadores o el mantenimiento de una costosa e inepta estructura política que cabalga a los lomos de la gente común picando espuelas en sus riñones.

Veamos un ejemplo: después de una florida prosa retórica sofista para poner en suerte la bicha se afirma en el artículo segundo que salvo en determinados casos de enfermedad profesional u hospitalización entre otros, si un currante enferma por primera vez en ese año se le concede la gracia de pagarle la mitad del sueldo durante los tres primeros días de la enfermedad.

Si por segunda, el cuarenta por ciento, si por tercera, se puede morir de hambre si quiere, porque la Xunta no se dignará pagarle ni un euro. No obstante, si el pobrecito enfermo logra sobrevivir los tres días no debe preocuparse: la Xunta en un acto de piadosa magnanimidad tiene a bien pagarle tres cuartas partes de su sueldo.

A partir del vigésimo segundo día le da por imposible, pero le paga. Y aunque esto no lo dice el DOGA, con cargo al fondo de reptiles sus servicios técnicos le harán vudú hasta su total liquidación, porque esclavos tan blandengues no interesan al Partido ni a la Administración de la cosa galleguista.

De modo que, amigo lector, ¿quién es el que exagera?

Rosa Díez se está convirtiendo en el paño de lágrimas de una sociedad estafada y saqueada por los políticos del establishment partitocrático que quieren conservar lo suyo a costa de lo nuestro. Pero, ¿quién exorcizará al energúmeno?

jueves, 20 de septiembre de 2012

Fin


-Es la gran paradoja de las democracias evolucionadas-dice Ibáñez-. Para preservar los derechos de la comunidad... cada vez se prohíben más cosas a los particulares. No fumes, no bebas, no vayas a más de ochenta...
-¿A ti no te parece bien?-dice Nieves-que le hagan bajar del coche a un tipo que está borracho perdido, y que va por ahí como un loco, poniendo en peligro a los demás?
-Yo sólo insinúo que el Estado se excede un poco en su celo por proteger mi vida. A base de tratarnos como a unos seres inmaduros, incapaces de decidir por nosotros mismos, tal vez conseguirá que lo acabemos siendo. A lo mejor es eso lo que le interesa.
-¿Y qué necesidad tienes tú de ir a doscientos?-dice Amparo.
-Yo, ninguna-dice Ibáñez-, lo que me da miedo es que ese celo paternalista, ese decidir por ti lo que es malo y lo que es bueno, se extienda a otros aspectos más ideológicos...


Fin, DAVID MONTEAGUDO

martes, 18 de septiembre de 2012

El sexo de los ángeles


Por ejemplo, será conveniente mantener la función del Estado como garante del acceso de sus ciudadanos a los derechos fundamentales, pues Arendt nos explicó hasta qué punto el apátrida se encuentra abandonado y sin protección. También tendremos que renovar la idea de nación, como círculo primero de responsabilidad política, reforzada por lazos efectivos. Pero al mismo tiempo deberemos desmitologizar esas nociones, y comprender que enfrentarse o matarse en nombre de estas ficciones es como si nos matáramos por defender el sexo de los ángeles.


La pasión del poder, JOSÉ ANTONIO MARINA

lunes, 17 de septiembre de 2012

Quizá no nos quede otra

Creo que todavía no soy capaz de explicarlo bien. En última instancia, tal vez sólo pueda afirmarse una cosa: que quizá la vida sea así. Y que quizá no nos quede otra opción que aceptarla sin más, tal cual, sin buscar circunstancias ni motivos. Como los impuestos, las subidas o bajadas de las mareas, la muerte de John Lennon o los errores arbitrales en el Mundial de Fútbol.


De qué hablo cuando hablo de correr, HARUKI MURAKAMI


viernes, 14 de septiembre de 2012

Un bello poryecto que le dignificaba


Sucedió en el tiempo de las catedrales. Un vecino visitaba una de ellas en construcción y llegó al tajo donde trabajaban los canteros, esculpiendo unas piedras. Se acercó a uno de ellos y le preguntó: "¿Y usted qué está haciendo?" "¡Sudando con esta maldita piedra que Dios confunda! ¡Qué asco de trabajo! ¡A ver cuándo suena la campana y nos vamos!" El paseante se acercó al segundo cantero y repitió su pregunta: "¿Y usted qué está haciendo?" "Lo que me han mandado. Un cubo de piedra para un muro." Por fin se acercó al tercero. 2¿Y usted qué está haciendo?" El cantero respondió con entusiasmo: "¡Estoy construyendo una catedral!" Su trabajo era minúsculo, nunca vería terminada la catedral, pero sentía que estaba colaborando en un bello proyecto que le diginificaba.


La pasión del poder, JOSÉ ANTONIO MARINA

miércoles, 12 de septiembre de 2012

"Somos superiores"


En el País Vasco, la familia de lenguas eusquéricas, fragmentadas a su vez en dialectos ininteligibles entre sí, había retrocedido de forma imparable desde la Edad Media, y en el siglo XIX era más de un elemento favorecedor del castellano que cohesionador de los vascos. Ahí está el ejemplo de Unamuno, en cuya casa se hablaba castellano, porque era la lengua común del padre vizcaíno y la madre guipuzcoana. Cuando Sabino Arana se pregunta ¿Qué somos?, en referencia a los vascos, se inclina por el criterio de la diferencia racial a los vascos, se inclina por el criterio de la diferencia racial, el último escalón de la exaltación de lo intuitivo, lo sentimental y lo espiritual. No hay que olvidar que fue en plena época romántica cuando el Conde de Gobineau escribe el Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas, y que el nacionalismo lleva en su interior el germen de las ideas de superioridad de unos seres humanos sobre otros, es decir, del fascismo y del nazismo. Esto no significa que todos los nacionalismos tiendan al fascismo, naturalmente, pero sí pone de relieve lo fácil que es deslizar el discurso de "somos diferentes" hacia el de "somos superiores".


Lenguas en guerra, IRENE LOZANO