viernes, 14 de septiembre de 2012
Un bello poryecto que le dignificaba
Sucedió en el tiempo de las catedrales. Un vecino visitaba una de ellas en construcción y llegó al tajo donde trabajaban los canteros, esculpiendo unas piedras. Se acercó a uno de ellos y le preguntó: "¿Y usted qué está haciendo?" "¡Sudando con esta maldita piedra que Dios confunda! ¡Qué asco de trabajo! ¡A ver cuándo suena la campana y nos vamos!" El paseante se acercó al segundo cantero y repitió su pregunta: "¿Y usted qué está haciendo?" "Lo que me han mandado. Un cubo de piedra para un muro." Por fin se acercó al tercero. 2¿Y usted qué está haciendo?" El cantero respondió con entusiasmo: "¡Estoy construyendo una catedral!" Su trabajo era minúsculo, nunca vería terminada la catedral, pero sentía que estaba colaborando en un bello proyecto que le diginificaba.
La pasión del poder, JOSÉ ANTONIO MARINA
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