viernes, 17 de abril de 2009

Tontadas


Arcadi Espada en El Mundo.

El señor González Pons, portavoz del Partido Popular, ha dicho: «No me alegro de que un presidente extranjero se burle del presidente de nuestro país, aunque puede que tenga razón». El «presidente extranjero» (¡qué mal suena eso en Europa!) es Nicolas Sarkozy y «la burla» hace referencia al elogio matizado que hizo del presidente Zapatero ante un grupo de diputados y senadores franceses, en una ceremonia que el diario Libération (en su habitual tono amable) calificó de «festival de moi je». Sarkozy, según ese diario, vino a decir que Zapatero podría no ser muy inteligente, pero había ganado dos elecciones: a un solo paso de la marca de Berlusconi, cuyo hat trick se llevó los mayores elogios del presidente francés.

Al conocerse estas palabras la oposición ha salido con la peor de sus caras: queriendo obtener rédito de la apreciación de Sarkozy y mostrándose al tiempo grotescamente patriótica. Será tonto, pero es nuestro tonto, ha venido a decir la oposición, defendiendo su derecho a monopolizar el insulto. Pero su reacción es absurda y muestra poca inteligencia práctica en el análisis de textos. Mucho más preocupante para el presidente Zapatero son, por ejemplo, los comentarios que hizo en esa misma comida el líder socialista Henri Emmanuelli. Porque él fue quien salió al paso de los autoelogios que iba dedicándose Sarzkozy cuando subrayaba que Zapatero había copiado su ley sobre la publicidad en las televisiones públicas. Le replicó Emmanuelli : «De Zapatero se pueden decir muchas cosas…». Que es lo mismo que añadir: y no todas buenas. Y fue entonces cuando, siempre según Libé, Sarkozy empezó a elogiar al presidente español: «Puede que él no sea muy inteligente, pero yo conozco muchos inteligentes que no han pasado al segundo turno de las elecciones presidenciales». El inteligente al que aludía era Lionel Jospin, el antiguo secretario socialista, batido por Chirac…. y Le Pen. Pero lo interesante es que la frase de Sarkozy permite sospechar que el que, en realidad, llamó tonto a Zapatero fue Emmanuelli. Tonto a secas. Porque si bien Sarkozy confirmó de inmediato la probable opinión de Emmanuelli sólo fue para añadir que él también pertenecía al mismo grupo. El grupo de los tontos (aunque, para ser justos, al hablar de sí mismo precisó: «a los que se nos llama» tontos) victoriosos.

Este tipo de comentarios son muy naturales en Sarkozy. Siempre se ha burlado de los listos, de los intelectuales y de los altos (aunque se rodea de ellos), y sólo hay que leer el extraordinario relato que escribió sobre él Yasmina Reza. A su juicio son ellos los que pierden las elecciones… y las chicas. Por lo que, dado el caso, es sorprendente que la oposición quiera seguir presumiendo de lista.

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