jueves, 23 de julio de 2009

Panes y peces


La opinión de Ángel de la Fuente en El Periódico de la Catalunya.


Fumata bianca. Tenemos Papa, digo, Acuerdo de financiación, con mayúsculas por supuesto. A juzgar por el alborozo de la prensa y de las fuerzas vivas locales, se trata de un acontecimiento de alcance cósmico, casi comparable a la inminente presidencia europea de ZP. El tema tiene su miga y prometo aburrirles con él a la vuelta de vacaciones. A modo de anticipo, aquí van algunas reflexiones rápidas sobre los 11.172,5 millones de euros que los heroicos negociadores autonómicos han conseguido arrancarle al Gobierno amigo, o no tanto.
Primero, estamos sin duda ante una reedición moderna del milagro de los panes y los peces. Mientras que el Gobierno central ha puesto sobre la mesa 11.172,5 millones, las ganancias que dicen esperar los gobiernos regionales suman bastante más. El nuestro, sin ir más lejos, confía en que el nuevo sistema le reportará unos ingresos adicionales de unos 4.000 millones en el 2012. Puede ser, pero el 2012 queda muy lejos. Para hacer proyecciones de este tipo es necesario hacer supuestos muy arriesgados, especialmente en las circunstancias actuales. Lo que sí se puede calcular sin demasiados problemas (y suma a 11.172,5) es cuánto ganaría cada uno en el 2009 con el nuevo sistema si se inyectasen de golpe en este año todos los recursos adicionales que ahora se anuncian. Nuestra parte de ese pastel asciende a 2.200 millones, más un pico adicional para que nos normalicen más y mejor.
Segundo, el Gobierno central proclama confiadamente que todos estos millones servirán para reducir el déficit de las administraciones públicas. Hombre, seguramente los déficits autonómicos sí, pero tendrá que ser a costa del déficit del Estado, ¿o no? Finalmente, me preocupa la liberalidad del Gobierno amigo porque confirma algo que nuestros avispados líderes regionales siempre han sospechado: que si uno está dispuesto a dar la tabarra que haga falta, Madrid terminará aflojando la mosca. Pero convendrán conmigo que la cosa tiene su peligro. Si basta con dar la tabarra para que te suelten varios cientos o miles de millones, ¿qué necesidad hay de subir impuestos, o de controlar el gasto? ¿Era esto la corresponsabilidad fiscal?

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